KFC ha sido recientemente nombrada una de las principales franquicias de restauración del mundo.

La cadena de pollo frito ocupa el cuarto lugar entre los restaurantes de la lista de Entrepreneur de las principales franquicias mundiales.
Pero abrir un restaurante KFC requiere mucho dinero al principio.
La empresa exige a los operadores un patrimonio neto de al menos 1,5 millones de dólares y 750.000 dólares en activos líquidos.
KFC también cobra a sus operadores un canon de franquicia de $45.000, según Franchise Direct.
Los costes de construcción y equipamiento, que incluyen artículos como parrillas y freidoras, oscilan entre 695.000 y 1,2 millones de dólares, según Franchise Direct.
Otros cánones, como los gastos de formación y los costes de la propiedad, hacen que los gastos totales de puesta en marcha se sitúen entre 1,3 y 2,5 millones de dólares.
Los franquiciados también tienen que pagar cánones todos los meses por derechos de autor y publicidad. En conjunto, los cánones equivalen al 10% de las ventas brutas, según la empresa.
Esto es similar a lo que cuesta abrir un restaurante McDonald’s. Pero los restaurantes McDonald’s generan más del doble de ventas por unidad que los restaurantes KFC.
Los restaurantes McDonald’s generan una media de 2,5 millones de dólares en ventas al año, lo que convierte a McDonald’s en la segunda cadena más rentable de EE.UU. en cuanto a ventas por unidad, por detrás de Chick-fil-A, según la revista QSR.
En comparación, los restaurantes de KFC generan una media de 942.000 dólares en ventas al año, según informa QSR.
La empresa no revela ningún detalle sobre los beneficios medios de sus franquicias.