El espíritu empresarial tiene que ver con la mentalidad. Tiene que ver con la forma en que sus directivos y empleados de primera línea piensan para resolver los retos. Se trata de la mejora continua y de las nuevas soluciones. El informe «Mid-market Perspectives: America’s Economic Engine — Why Entrepreneurs Matter», basado en una encuesta realizada a 652 altos ejecutivos de empresas con ingresos anuales de entre 10 millones y 1.000 millones de dólares, revela que más de un tercio (35%) de los ejecutivos que creen que sus empresas se han vuelto más emprendedoras desde que se incorporaron a ellas han experimentado mejores resultados financieros que las empresas menos emprendedoras.

No importa el tamaño de la empresa que tengas ahora ni el tamaño al que quieras llegar, los principios del espíritu empresarial pueden beneficiar a toda la organización cuando los impartes en tu cultura. Cuando trabajo con empresas y sus líderes en la mentalidad empresarial, la capacidad de crecimiento cambia más rápido que cualquier otro aspecto de nuestro trabajo.
He aquí tres preguntas clave para ayudarle a usted y a su empresa a liderar con una mentalidad empresarial y a transformar el pensamiento de sus directivos y empleados de primera línea:
¿Están usted y su equipo dispuestos a aceptar el 100% de la responsabilidad de su éxito?
Darse cuenta de que usted y sólo usted es responsable de lo que crea es un componente esencial de ser un empresario. No existe un cheque de pago garantizado cuando se es empresario.
Hay una tendencia común a culpar a alguien o a algo más por no conseguir lo que se quiere. Sin embargo, una vez que entienda realmente que usted es responsable y que sólo usted y sus equipos pueden cambiar las realidades actuales hacia un estado más deseado, el progreso comenzará a suceder. En otras palabras, sólo tú puedes cambiar tus resultados actuales – deja de esperar que otra cosa te ayude.
¿Están usted y su equipo dispuestos a abandonar la perfección y la dilación?
Se trata del cambio hacia la acción imperfecta. No esperes tener éxito siempre, pero sí aprender de los fracasos. Buscar las lecciones del fracaso puede servir a su empresa para probar nuevas estrategias y hacer lo que nunca se ha hecho. Esta es la base de la innovación.
Todo es una prueba. Cuando se cree de verdad que todo es una prueba y que se puede mejorar con el tiempo, la mejor acción que se puede tomar es empezar inmediatamente.
¿Quién es usted para tener el éxito que desea?
Esta pregunta llega al corazón de su pensamiento, creencias y valores que impulsarán el éxito o la falta de éxito. La noción de «quién estás siendo» tiene que ver con las emociones y la confianza que aportas a las acciones que estás llevando a cabo.
Tener miedo a hablar en público o a probar una nueva estrategia es un estado que te impide aprovechar algunas grandes oportunidades. La otra cara de la moneda consiste en tener el valor de hacer lo que nunca se ha hecho y superar la zona de confort. Puedes elegir entre tener miedo o ser valiente. Siempre se puede elegir.
Entender y encarnar el espíritu de un emprendedor consiste en ser consciente de una variedad de perspectivas y mantenerse abierto a nuevas formas de pensar. Se trata de pasar de «No es culpa mía» a «Encontraré la manera». Este concepto transforma el establecimiento de citas y la discusión de soluciones con los clientes potenciales. La mentalidad empresarial cambia la forma en que sus empleados de primera línea atienden a los activos más valiosos de su empresa: sus clientes y prospectos.
Los emprendedores aprenden que son responsables de su éxito y utilizan todo lo que está a su alcance para encontrar un camino. Las empresas que adoptan esta cultura crecen y prestan sus servicios con mayor capacidad. Un ejemplo en la economía actual es Uber, que es un ejemplo de poner el espíritu emprendedor como base de su cultura. Esto se ha traducido en un crecimiento masivo en nuevos mercados y los ha llevado de ser una empresa desconocida a un nombre conocido aparentemente de la noche a la mañana.
Cuando sus directivos y empleados de primera línea pasen de encontrar una excusa a encontrar un camino, su empresa dará un salto adelante.
No puede permitirse no contratar a los mejores talentos para su empresa en crecimiento. Las mareas están cambiando en cuanto a lo que quieren los empleados, y ofrecerles sólo más dinero no es el motor de nuestra economía. Quieren responsabilidad y el reconocimiento de haber marcado la diferencia. Son deseos poderosos para las empresas en crecimiento.
Vivimos en una nueva era en la que la competencia y los métodos formulistas de hacer negocios están desapareciendo. El espíritu empresarial encarna la esencia de una perspectiva basada en los puntos fuertes o en las soluciones. Se trata de cultivar nuevas formas de hacer las cosas en lugar de hacerlas como siempre se han hecho. Representa el epítome de la colaboración, la cooperación y la libertad de expresión para todos.